En
un mundo en el que no podemos encontrar el cielo azul de lo oscuro
que está, donde las guerras son habituales y donde no se puede salir
ni a la calle.
El
protagonista de esta historia vive allí y no es que le guste mucho
su ciudad. A él le gustaban los tiempos atrás donde podía estar en
la calle jugando y era feliz. Él es Daniel y ahora no vive un buen
momento. Su padre se acaba de ir a la guerra y su mamá y sus
hermanos no tienen un lugar seguro donde refugiarse. Ahora mismo va
corriendo por las calles a toda velocidad para que nadie lo vea
porque su mamá lo ha enviado a por comida. Esta tarea antes le
parecía divertida pero ahora es peligrosa. Mientras va corriendo ve
algo que le llama la atención y es que no recordaba haber visto algo
así. En medio de su camino andaba una preciosa y majestuosa paloma y
la cogió, la miró y la acarició. Para él eso significaba que la
paz podía llegar a su ciudad, a su corazón y a todo el mundo. Fue
corriendo a decírselo a su mamá y hermanos, pero no le creían.
Pensó ”en que se ha transformado este mundo y nadie cree en la
paz, en nuestra paz”.
De
repente algo lo despertó todo había sido un sueño, pero la paloma
estaba en la ventana de su cuarto. Él contó que había sido un
sueño pero el sabía que esa paloma le había salvado y le había
traído al mundo normal para que difundiera la paz.
Y
eso fue lo que hizo, explicó a la gente lo que pasaría y la gente
cambio poco a poco su mundo. La pesadilla de Daniel no ocurrió.
¿
Por qué no hacemos nosotros lo mismo para cambiar la Tierra ?
La
paz siempre se puede encontrar aunque creamos que no .
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