domingo, 24 de junio de 2012

No podemos querer mas de lo que tenemos


Esta historia ocurrió cuando todavía había gente muy podre en el mundo, y los ricos eran muchos, eran crueles lo querían todo para ellos.
Ana es una niña rica, mimada en fin como son todos los ricos, esta niña posee una mansión para ella sola y aun así no esta contenta. La otra niña de esta historia es Diana, Diana no tiene nada que ver con Ana primero no es rica y lo que es mas importante no es tan cruel como ella, es sencillamente pobre pero a ella eso no le importa.
La mansión de Ana
Un día Diana se ve obligada a pedir trabajo en la mansión de Ana, no por que quiera sino por la necesidad de comer. Ana (aunque algunas veces sea un poco mala) acepta le parece una buena idea. En el primer día de Diana trabajando, Ana se va con su mayordomo personal a comprarse ropa, y la deja sola. Mientras la niña pobre esta limpiando el polvo, descubre en una caja de color rosa con unas llaves preciosas dentro, las llaves de esa especial mansión. Por su cabeza se le pasan varias cosas pero finalmente decide cogerlas, para hacerse la dueña de lo que nunca había tenido. Cierra rápidamente todas las puertas por donde pueda entrar la verdadera dueña de la mansión, ANA. Después corre asta el cuarto de Ana y empieza a probarse toda clase de vestidos que ella nunca había tenido, y también empezó a jugar con los juguetes.
Mientras tanto Ana viene en su limusina camino de lo que era su mansión. Cuando pretende abrir la puerta se da cuenta de que se ha dejado las llaves en su caja de color rosa. ¿ Que sera ahora de ella ? ¿ Se quedara Diana con todo ? Por supuesto que Ana no lo podía permitir, entonces recordó que la puerta de atrás de la mansión siempre estaba abierta por si pasaban cosas como estas. Fue hacia ella pero nada la puerta estaba cerrada ¿ Quien la había cerrado ? Cuando todas sus esperanzas estaban perdidas, vio a su mayordomo personal cogiendo una llave que se encontraba en la caseta del perro ¡ Claro la llave de repuesto de la casa ! Entro rápidamente estaba enfadadisima, quería descubrir al que había cerrado la puerta. Cuando entro en su cuarto vio a Diana con su vestido favorito puesto, y jugando con sus mejores muñecas. Ana empezó a reclamarle:
_ ¡ Pero que haces aquí jugando con mis muñecas ! ¡¡¡DAME AHORA MISMO LAS LLAVES !!!
_ Pero...yo... ¡Son mías !
Empezaron a discutir y al final la que se quedo con las llaves de todo fue Ana, pero no por mucho tiempo... Ana empezó a andar hacia la caja para guardar las llaves, y a escondidas Diana le puso la zancadilla. Al caerse la niña rica también se le cayeron las llaves, y veloz como el viento Diana las cogió y encerró en la habitación a la otra niña. Cuando ya todo era suyo Diana no se sentía bien, sabia que había actuado mal con esa niña que al principio lo que quería era ayudarla. Pero no solo por eso se sintió mal si no también por todo el poder que tenia, todo lo que siempre había querido ahora no lo quería.
Abrió la puerta donde encerró a Ana, le devolvió las llaves. Las dos habían aprendido una lección de que el poder no lo es todo y que algunas veces la codicia puede con nosotros. Así las dos se abrazaron y prometieron que eso no iba a pasar nunca mas, pero por la parte buena eso les llevo a ser amigas.                                                                            
ANA                            Y                         DIANA









jueves, 14 de junio de 2012

No hay dos sin tres.


Toca el titanic con tu flauta

Nos encanta esta canción que tantas veces hemos escuchado, en la película que a arrasado el titanic ¿Por que no la tocamos nosotros? Con este vídeo lo aprenderás en un periquete, venga coge una flauta.